“Las ciudades deben instar a los planificadores urbanos y arquitectos a reforzar la peatonalización como una política urbana integrada para desarrollar ciudades vivas, seguras, sostenibles y saludables. Es igualmente urgente fortalecer la función social del espacio de la ciudad como un lugar de encuentro que contribuya a los objetivos de sostenibilidad social y una sociedad abierta y democrática”.
Jan Gehl
Edgar Mora Altamirano, alcalde de Curridabat entre 2007 y 2018, Ministro de Educación entre 2018 y 2019. Mora cursó estudios universitarios en periodismo en la Universidad Latina de Costa Rica, de urbanismo en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) y de administración pública en la Universidad de Harvard. Bajo su administración la Municipalidad de Curridabat recibió los premios “Chapter Award for Best City Plan del Congress for New Urbanism” (CNU), Iniciativa más Inspiradora de la Nueva Agenda Urbana de ONU-Hábitat entre otros premios.
Al hablar sobre la transformación de espacios debemos ir más allá, y preguntarnos qué nos mueve como ciudadanos al cambio, y la relevancia de los valores implementados en el diseño para así tener un mayor impacto la misión por la Justicia Espacial.
Edgar sostiene la tesis de la importancia de un liderazgo consistente en el tiempo, y que reconoce a la justicia como un reclamo del mismo; en cuanto a tiempo y capacidad de gestión cuando no han existido. Es por ello que se debe “ciudadanizar” los propósitos de la municipalidades, donde los gobiernos locales deben servir y ser plataformas para la gestión del territorio de todas la posibilidades y formas sensibles del habitar; siendo las personas epicentros de cambio y acción.
Para hablar de la práctica y su relevancia en la cotidianidad y el desarrollo de comunidades, Mora nos introduce a la conversación con el desglose de fases que considera importantes en la transformación de un barrio, y la importancia de entender los procesos de planeación urbana como ejercicios para implementar frameworks, los cuales pueden desencadenar y conectar los esfuerzos. Edgar considera que es factible ver el cambio cultural en el espacio, en esos lugares donde ha habido resistencia a esos cambios.
La primera etapa (de acuerdo a un orden de ejecución), Mora la menciona como una etapa previa a la Fase 0, titulada “Activismo comunitario y origen de la rebeldía” que es la puesta en contexto del lugar, Edgar nos da una breve introducción al contexto de Curridabat y sus retos, como la invisibilidad de la municipalidad, el desuso de parques públicos otras problemáticas las cuales actuaron como detonantes para la activación e interés de grupos de ciudadanos y vecinos “comunes” (haciendo referencia a ser ciudadanos los cuales no tenían esa vinculación con el liderazgo comunitario) y cómo estos grupos al querer conseguir mejoras y ejercer su capacidad de agencia se politizaron para buscar esas transformaciones en los espacios.
Esta fase resulta de gran impacto, ya que suele ser el parteaguas de muchas ciudades, como la negligencia por parte del gobierno llega a un punto donde el ciudadano ya cansado se rebela y reclaman las injusticias, muchos casos terminan en transformaciones positivas, pero justamente ahí es donde entra a juego la importancia de la sensibilidad por entender las injusticias presentadas y cómo podemos jugar un papel positivo para trabajar en conjunto con los ciudadanos por un cambio positivo.
Mora menciona como existen condiciones que influyen en el proceso del cambio de una ciudad, para el caso de Curridabat específicamente fueron las siguientes condiciones: la Existencia de recursos naturales, recursos de capital y de recurso humano; las Alteraciones demográficas que cambien las dinámicas de los ciudadanos, (arribo de personas); las demandas por nuevos servicios de diseño y tecnología, y en un futuro de naturaleza, la aceptación del cambio y participación ciudadana; el inventario de cambio deseado, una base de infraestructura presente en el lugar y por último un liderazgo coherente y presente
A lo largo de la conversación Edgar nos lleva por el proceso de su trabajo, menciona como el liderazgo basado en la gestión territorial de los sentimientos, la cual para Edgar coincide con su primera etapa como alcalde, donde él considera que durante el mandato anterior ya se había iniciado a fomentar una cultura de liderazgo la cual plantea a la ciudadanía algo que esperar por parte de ellos; también menciona cómo a pesar de esto existía un sentimiento de invisibilidad de la municipalidad, es por ello que comienza a realizarse una pregunta a los trabajadores, ¿ a cuantas personas hemos hecho felices hoy? Esta pregunta refleja la importancia de los sentimientos y cómo resultan como instrumentos de verificación el trabajo realizado.
El diseño centrado en el ser humano y el planteamiento de ciudad, la búsqueda de tener una ciudad transitada por el ser humano y pasar a un bloque urbano como un “gran barrio”, mencionando como caminar es abrir las puertas a conocer y analizar nuestras comunidades. Luego el diseño centrado en la vida, como se entiende la diferencia de ser miembro y ser un ciudadano, las diferencias, estar y pertenecer, esto ayuda a tener esa transición entre suburbio y ciudad e ir creando un tejido social. Esto concluye en cómo el diseño determina el resultado.
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