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Justicia Espacial

JUSTICIA ESPACIAL E INTELIGENCIA TERRITORIAL

"(..) ningún proceso social tiene lugar de manera uniforme en el espacio, siempre habrá ciertas desigualdades en las geografías que producimos".


En el conversatorio Justicia Espacial e Inteligencia Territorial con perspectiva de género, surgieron premisas hacia una cartografía crítica capaz de revelar (in) justicia en cuanto a la construcción de oportunidades socioeconómicas; necesarias en materia de equidad y derechos humanos. Estas oportunidades sociales y económicas deben facilitar ambientes favorables, generando valor y permitiendo una gestión solidaria para el emprendimiento y el empoderamiento de las ciudadanas. En ese sentido el registro de información necesita de datos georeferenciados así como de experiencias en el campo para validar la información y modelos analiticos con un conocimiento mucho más comprensivo. Desde la cartografía crítica se debe velar por la habilidad de trabajar entre las distintas escalas que permitan modelos participativos que validen mapeos; especialmente en lugares donde la información es limitada, y aprendiendo también en el proceso del cómo curar la información y contar historias sensibles a las realidades de cada lugar.

Al hablar de justicia espacial, hablamos de la forma en que las injusticias se presentan sobre los territorios, y sus repercusiones sobre quienes habitan el territorio. Para comprender la forma en que se conciben y replican debe existir un entendimiento profundo de la complejidad del territorio y todos los factores que dan forma a este. La espacialización de estas injusticias sobre los diferentes espacios requiere que hagamos la lectura del territorio concebido como un sistema, desde múltiples enfoques y mapeos que permitan la elaboración de cartografías críticas que registren la narrativa del territorio. Nos acompañaron Juan Carlos Vargas y Sulhee Yoon de Geoadaptive, en una conversación donde nos presentaron procesos y herramientas para el estudio de los territorios y la búsqueda de justicia dentro de estos.

Pero, ¿cómo repercuten las condiciones de un territorio sobre la injusticia, particularmente con un enfoque de género? Para Juan Carlos Vargas la injusticia requiere un enfoque integrado, siguiendo su misma naturaleza. Esta integración se refiere al enfoque multisectorial y multiescalar que debemos seguir a la hora de estudiar injusticias espaciales. Al hablarnos de un enfoque integrado, Juan Carlos Vargas nos comparte la importancia de entender que los territorios y sus problemáticas no pueden ni deben ser evaluados a través de la óptica de una sola disciplina.

El modelo de desarrollo de un territorio específico repercute directamente en cómo se dan las oportunidades económicas, sociales y culturales para quienes lo habitan. En este sentido, es imperante entender que un estudio holístico del territorio es esencial para poder determinar qué factores imponen barreras u oportunidades en el desarrollo de una sociedad equitativa. Porque lo económico no puede ser estudiado como una disciplina aislada de lo social o cultural.

Bajo este enfoque multidisciplinar sobre un territorio logramos entender la complejidad del mismo a diferentes escalas, con sus diferentes agentes y contextos particulares. Significa trabajar de una manera verdaderamente colaborativa, donde los puntos de intersección entre las diferentes disciplinas se convierten en la clave que nos permite el planteamiento de soluciones más integrales y fundamentadas.

La injusticia, como el resultado de una serie de procesos y factores se puede reflejar de formas diversas dentro de una comunidad. En el caso de género, Juan Carlos Vargas y Sulhee Yoon nos presentan un estudio de Geoadpative en Bangaldesh, en el que se estudió el territorio para buscar formas de involucrar a las mujeres en un esquema de producción más democrático y equitativo. Para lograr esto, el primer paso fue entender la complejidad de las condiciones individuales que afectan la realidad socio económica de las mujeres. Entre estas condiciones estudiadas se encuentran la demografía, la infraestructura, condiciones sociales y económicas, entre otras. Una vez que estas condiciones fueron identificadas, se procedió a caracterizarlas por medio de un índice de estadísticas espaciales. Estas estadísticas deben ser analizadas, pero también es necesario un trabajo de campo que permita revelar las condiciones de la comunidad. Bajo estas líneas, Sulhee Yoon mencionó que los datos no son la solución definitiva. Estudiar el territorio a partir de un método mixto es esencial. Debemos tomar en cuenta la data, pero también validar esta con la comunidad y las experiencias de la misma. Al pasar del discurso técnico de lectura de datos a un discurso más humano de empatía, se logra una mayor comprensión de la injusticia. Asimismo, Juan Carlos Vargas comenta sobre la importancia de utilizar las tecnologías emergentes, no como una solución directa, sino más bien como un vehículo para entender relaciones y procesos que se dan dentro de un territorio.

Entender las dinámicas dentro del territorio como sistemas activos, en constante cambio y con implicaciones diferentes para todos los que lo habitan. Como Juan Carlos Vargas menciona, se trata de tener una lectura del territorio como un hilo articulador. Articulador de narrativas y disciplinas, historias y realidades que necesitan ser estudiadas bajo la complejidad de un sistema.



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